Top 5 errores al instalar placas solares (y cómo evitarlos)

Instalar placas solares es una decisión inteligente, tanto para el bolsillo como para el planeta. Pero también es un proceso técnico que, si no se gestiona bien, puede convertirse en un dolor de cabeza. Lo sé porque lo he vivido de primera mano, y tras ver muchísimos casos mal ejecutados, quiero compartir los cinco errores más comunes que se cometen al instalar paneles solares… y lo más importante: cómo evitarlos con soluciones concretas.

1. Qué significa un estudio de viabilidad y por qué es crucial

El primer paso —y uno de los más ignorados por muchos instaladores— es realizar un estudio detallado de viabilidad. Parece básico, pero te sorprendería saber cuántas empresas ofrecen instalaciones sin estudiar realmente tus consumos ni tu situación específica. El resultado: instalaciones mal dimensionadas, pérdida de dinero, y expectativas incumplidas.

Yo he visto cómo algunos profesionales intentan vender paquetes prediseñados, del tipo “3 kW por X euros”, como si todas las casas fueran iguales. Pero no es lo mismo un consumo medio que uno con coche eléctrico, piscina o calefacción por aerotermia. Y tampoco es lo mismo tener un tejado orientado al sur con buena inclinación que uno partido en dos aguas, con sombras parciales y diferente orientación.

En mi experiencia, lo que debe ofrecer un buen instalador es una propuesta basada en tu historial de consumo, con simulaciones de producción real, análisis de orientación, inclinación, sombras, y limitaciones estructurales de tu tejado. Ese análisis debe incluir también las pérdidas por cableado, eficiencia del inversor y coeficiente de rendimiento.

Si un instalador no comienza por aquí, lo mejor es seguir buscando.

Este es uno de los motivos por los que muchas personas luego se sorprenden con el rendimiento real de su sistema. Aquí te explico todo lo que debes saber sobre el coste real de instalar placas solares en 2025.

2. Dimensionamiento acertado: ni poco ni sobredimensionado

Relacionada con el punto anterior está la cuestión del dimensionamiento. He visto casos donde el sistema se queda corto y otros donde se sobredimensiona absurdamente. Ambos escenarios suponen pérdida de dinero.

Uno de los errores más comunes es instalar el número de paneles que caben en el tejado, sin importar si hacen falta o no. Y es que, por más espacio que tengas, lo ideal es que tu instalación se adapte a tu perfil de consumo, no al espacio disponible.

Pero no solo hablamos de número de paneles. El tipo de inversor y su capacidad también es crucial. Por ejemplo, algunos inversores arrancan con tres módulos fotovoltaicos de 450W, mientras otros necesitan cinco o seis para funcionar. Si no hay espacio suficiente en el tejado para esos módulos con la misma orientación e inclinación, podrías tener problemas de producción desde el primer día.

Una buena instalación debe tener en cuenta también el crecimiento futuro: si vas a instalar una batería más adelante, si planeas comprar un coche eléctrico o ampliar tu vivienda.

3. Equipos óptimos: inversores, MPPT y microinversores

Aquí viene uno de los errores técnicos más frecuentes: escoger mal el tipo de inversor o no entender cómo funciona su gestión de producción.

En muchos casos he visto instalaciones con paneles distribuidos en diferentes tejados, cada uno con una orientación distinta, y conectados todos a un único MPPT. Esto hace que la producción se vea gravemente afectada porque los MPPT necesitan condiciones homogéneas para rendir bien. Si se mezclan paneles en diferentes ángulos y orientaciones en el mismo MPPT, la instalación queda lastrada… para siempre.

Por eso, es vital entender cuántos maximizadores (MPPT) tiene tu inversor, y qué significa eso para la distribución de los paneles. Un inversor con un solo MPPT solo permitirá una orientación. Uno con dos, como mínimo, permite separar en dos grupos. Y si tu tejado requiere aún más variedad, quizás lo ideal sean microinversores o inversores con optimizadores, que permiten maximizar cada panel individualmente.

La clave está en adaptar el equipo al diseño real de tu tejado, no al revés.

4. Diseño e instalación: orientación, inclinación y limitaciones del tejado

Aunque suene técnico, el diseño físico de la instalación es determinante. Y aquí es donde muchos “profesionales” fallan estrepitosamente.

Uno de los errores más habituales es instalar paneles con diferentes inclinaciones y orientaciones sin considerar su impacto en la producción. Como comenté antes, hay inversores que no pueden gestionar esas diferencias, y el rendimiento de todo el sistema se ve afectado.

Otro caso frecuente es forzar la instalación para aprovechar cada centímetro del tejado, sin tener en cuenta aspectos como la ventilación de los paneles (clave para evitar sobrecalentamientos) o el mantenimiento (algunos paneles terminan siendo inalcanzables para limpiarlos). También he visto instalaciones con sombras constantes por chimeneas o antenas, algo que debería haberse detectado desde el estudio inicial.

Además, es importante elegir estructuras de fijación adecuadas al tipo de tejado, ya sea teja, chapa, panel sandwich o cubierta plana. Un mal anclaje puede traducirse en filtraciones, deterioro estructural o incluso desprendimientos en condiciones de viento fuerte.

5. Normativas y legalización: evita multas o demoliciones municipales

Este es un punto crítico y tristemente ignorado por muchas empresas: la legalización y cumplimiento de normativas urbanísticas.

En más de una ocasión me he encontrado con instalaciones hechas sin respetar las reglas municipales: pérgolas en terrazas sin permiso, voladizos que invaden espacios comunes, paneles visibles desde fachadas protegidas, etc. El resultado: multas, requerimientos de desinstalación, o incluso juicios.

El problema es que muchos instaladores te prometen “nosotros nos encargamos de todo”, y luego te dejan solo en el proceso. Por eso es vital pedir que la legalización esté incluida por escrito en el contrato, y asegurarte de que conocen las ordenanzas específicas de tu municipio.

Recuerda: aunque la instalación sea técnicamente correcta, si no cumple con las normativas urbanísticas puede ser ilegal.

Precio vs calidad: el error más frecuente

Sin duda, el error más extendido es elegir empresa por precio, y nada más. Lo entiendo: todos queremos ahorrar. Pero esto no es como comprar un microondas.

He visto personas optar por la oferta más barata del mercado, y terminar con inversores que no se ajustan a su tejado, paneles de baja eficiencia, problemas legales, y un sistema que no cubre ni el 60% de su consumo estimado.

La realidad es que no todas las viviendas requieren la misma solución. Hay tejados que necesitan inversores con optimizadores, otros que se benefician de microinversores, y otros donde se puede usar un inversor convencional. Cada tecnología tiene sus ventajas y limitaciones, y solo un buen profesional sabrá qué es lo ideal para tu caso concreto.

Mi consejo: pide siempre varias propuestas detalladas, con simulación de producción, desglose de materiales, garantías, experiencia previa y responsabilidad civil. Eso te permitirá comparar con criterio y no solo por el número final.


Conclusión

Instalar placas solares puede ser una de las mejores decisiones de tu vida. Pero solo si se hace bien. Como has visto, hay muchos detalles que pueden marcar la diferencia entre una inversión rentable y un pozo sin fondo.

Mi experiencia me ha enseñado que lo barato puede salir caro. Y que un buen estudio, una instalación adaptada, y una empresa profesional marcan toda la diferencia.

Si estás pensando en dar el paso, asegúrate de no cometer estos cinco errores. Y recuerda: no se trata solo de poner paneles, se trata de hacerlo bien.