Qué pasa con tus paneles solares en días nublados o de lluvia: mitos y verdades (con datos reales)

Primero, lo básico: qué radiación llega al panel y por qué sigue produciendo con nubes

Los paneles solares no “ven” el clima como nosotros: “ven” fotones. Y esos fotones llegan de varias formas. Para entender por qué una instalación fotovoltaica sigue produciendo en días grises, hay que separar la radiación en tres tipos:

  • Radiación directa: la que viene en línea recta desde el Sol hasta el módulo. Es la que más empuja la producción y la que dibuja esa clásica “campana” en la gráfica de tu app.

  • Radiación difusa: la que se dispersa por la atmósfera y las nubes. En días nublados, esta es la protagonista; menos intensa que la directa, pero suficiente para mantener el sistema trabajando.

  • Radiación reflejada: la parte que rebota en superficies (suelo, fachadas, incluso nieve) antes de llegar al panel.

La suma de las tres es la radiación global y es, en la práctica, lo que “come” tu instalación. Por eso, aunque el cielo se cubra o caiga una lluvia fina, tus módulos siguen a lo suyo. En mi caso, cuando reviso una jornada estable y despejada, la curva de potencia sube suave, alcanza su meseta y baja como un metrónomo. En días nublados, la curva se “dientea”: picos y valles a medida que las nubes filtran o liberan radiación difusa.

Un matiz importante que mucha gente pasa por alto: la temperatura del módulo. En frío, el silicio suele rendir un poquito mejor (menos pérdidas por temperatura). Es decir, un día fresco y luminoso —aunque no sea pleno verano— puede darte alegrías.

Radiación directa, difusa y reflejada (y qué es la radiación global)

Piensa en ello así: la directa es un foco, la difusa es luz ambiente, y la reflejada son “rebotes”. Tu inversor convierte la mezcla final. De ahí que ajustes como orientación, inclinación y sombras jueguen un papel clave, pero no anulan la capacidad de producir con cielo cubierto.

La temperatura del módulo y su efecto en el rendimiento

Los módulos tienen un coeficiente de temperatura (cada °C por encima de 25 °C resta un poquito de potencia). Por eso, un día nublado pero fresco puede sostener mejor la potencia que un día despejado y caluroso… si la radiación difusa acompaña.


Cuánto baja la producción con nubes o lluvia (y qué puedes esperar en España)

Hablemos de números reales, que es lo que te ayuda a planificar. En una instalación típica residencial:

  • Lluvia: suele movernos entre un 10 % y un 25 % de la capacidad del sistema.

  • Cielo nublado (sin lluvia intensa): lo habitual es un 25 %–45 % de la capacidad.

En una instalación de referencia en España con 20 módulos de 335 Wp (≈ 6,7 kWp), comparé dos días concretos:

  • 21 de julio: día mayoritariamente soleado → 40,66 kWh. La famosa “campana” casi perfecta.

  • 16 de agosto: día nublado con tramos de lluvia → 13,62 kWh.

Si tomamos el 21/07 como 100 %, el 16/08 representa ≈ 33 %. Clava el rango orientativo para días nublados y demuestra que, aunque caiga el rendimiento, la producción no desaparece.

Rangos orientativos (lluvia 10–25 %, nubes 25–45 %) + ejemplo real de 6,7 kWp

Ese 33 % no es magia: es radiación difusa trabajando. Y ojo: la orografía, la nubosidad local, la estación y hasta el tipo de nube mueven la aguja. Una nubosidad homogénea (cielo “leche”) suele castigar más que nubes altas y finas que dejen pasar irradiancia.

Tipos de nubes: por qué unas penalizan más que otras

  • Nimboestratos (alfombra uniforme, lluvia persistente): reducciones fuertes y estables.

  • Estratocúmulos (parches): producción a “dientes de sierra”.

  • Altocúmulos/cirros (altas y delgadas): caídas moderadas; la difusa aguanta mejor.


Mitos comunes, respuestas claras

“Si no hay sol, las placas no generan”

Falso. Los módulos trabajan con radiación global. En mis mediciones, con cielo cubierto sigo viendo entre un 25 % y un 45 % de producción respecto a un día claro comparable.

“La lluvia inutiliza o daña los paneles”

Falso. La lluvia normal no solo no daña, ayuda a limpiar polvo y polen, que a su vez reduce pérdidas por suciedad. Obviamente, hablamos de equipos certificados y una instalación bien ejecutada.

“En climas nublados no compensa instalar”

Depende de la irradiación anual, el precio de la electricidad, autoconsumo vs compensación de excedentes y si gestionas bien tus cargas. Hay hogares que, organizando consumos (lavadora, termo, coche eléctrico) en las ventanas de mayor producción, rentabilizan incluso con nubosidad frecuente.


Cómo optimizar tu instalación cuando el cielo se cubre

Ángulo, orientación y evitar sombras

  • Orientación: sur en la península como regla general; este/oeste si priorizas más horas aprovechables.

  • Inclinación: ajustar a la latitud o a tu patrón de consumo anual. Si tu invierno es nuboso, un pelín más de inclinación puede mejorar captación en meses bajos.

  • Sombras: chimeneas, antenas y árboles son enemigos silenciosos. Usa optimizadores si tienes sombreados parciales.

Monitorización y lectura de gráficas (qué patrón buscar)

Tu mejor aliado es la app del inversor. En días soleados verás una curva suave; en nublados, un perfil serrado. Cuando yo veo serrucho en la gráfica, reactivo consumos flexibles (p. ej., diferir la secadora) y mantengo los esenciales. Así la energía que hay, se aprovecha de verdad.

Baterías, compensación de excedentes y gestión de cargas

  • Baterías: suavizan baches de nubosidad y noches; valen oro si encadenas varios días grises.

  • Compensación: si no tienes batería, verte a red cuando sobra y recuperar en factura cuando falta.

  • Cargas inteligentes: programa electrodomésticos y, si tienes VE, déjalo comiendo “a mordiscos” en los claros de irradiancia.


Mantenimiento práctico en épocas de lluvia

Limpieza segura (cuándo y cómo)

La lluvia ligera ayuda a arrastrar polvo. Tras episodios de barro o polen, conviene una limpieza suave (agua, esponja no abrasiva) y siempre con seguridad: sin pisar módulos, sin químicos agresivos, y con la instalación desconectada si trabajas cerca.

Revisiones visuales y sellados

Después de temporales: echa un vistazo a marcos, tornillería, canalizaciones y drenajes. Busca puntos de anidación de hojas o suciedad que puedan generar sombras o humedad retenida.

Cuándo llamar a profesionales

Si notas pérdidas anómalas y sostenidas, alertas en el inversor, o sospecha de entrada de agua en conectores/tringlería, toca soporte técnico. Una revisión anual de O&M es barata comparada con lo que protege.


FAQs rápidas para días nublados y lluviosos

¿Los paneles se dañan con la lluvia?
Los módulos certificados están diseñados para intemperie. La lluvia común no es un problema; los granizos extremos requieren evaluación de resistencia del vidrio.

¿Por qué en frío a veces rinden mejor?
Porque el silicio pierde menos eficiencia a bajas temperaturas. Si hay buena irradiancia difusa y el módulo está fresco, el rendimiento por vatio instalado puede ser muy bueno.

¿Qué porcentaje puedo esperar en un día muy nublado?
Entre el 25 % y el 45 % es razonable. En lluvia persistente, 10–25 %.

¿La lluvia limpia los paneles y mejora luego el rendimiento?
Sí, suele mejorar la transmisión óptica al eliminar polvo. Tras un chaparrón, he visto subidas respecto a días previos con suciedad acumulada.

¿Qué hago si encadeno varios días de nubosidad?
Apóyate en batería/compensación y pasa consumos no críticos a ventanas de mayor producción (mediodía si hay claros).


Conclusión

En días nublados o de lluvia, tus paneles no se “apagan”: cambian de dieta y tiran de radiación difusa. Los números hablan: con lluvia, un 10–25 %; con nubosidad, un 25–45 %. En mi experiencia con 6,7 kWp, un día nublado/lluvioso logró ≈ 33 % del día despejado de referencia, y eso mantiene vivo tu autoconsumo. Con buen diseño, monitorización y un poco de estrategia, la fotovoltaica sigue mereciendo la pena incluso cuando el cielo se pone gris.